3.5.07

Guadalajara

Taller de grabado Cornelio García

El taller de grabado de Cornelio García es uno de los más antiguos que existen en la ciudad, "hecho a pulso", según lo afirma el propio Cornelio, quien estudió grabado, de 1963 a 1969, en la Escuela Nacional de Artes Plásticas con el maestro Francisco Moreno Capdevila. Fundaron el taller, en 1978, la artista inglesa Penélope Downes (que entonces era esposa de Cornelio), el galerista Alejandro Gallo, el impresor capitalino Leo Acosta y el propio Cornelio.
El taller de Cornelio García combina la producción de obra propia (hecha por Cornelio y Lourdes Sosa, Lula, coordinador y administradora, respectivamente) con la elaboración de carpetas colectivas y las clases abiertas. Por este taller han pasado artistas de prestigio, como Ismael Guardado, José Fors, Lucía Maya y Martha Pacheco; también muchos jóvenes principiantes y un grupo de artistas de Nayarit.
Juan N. Cumplido #427.
Centro. Entre Herrera y Cairo y Manuel Acuña.
Junto a la Capilla de Jesús.



Taller de Gráfica Bordes
La formación de Pilar Bordes dentro de la gráfica empezó en la Escuela de Artes Plásticas, donde cursó la carrera de pintura. Ahí las clases de grabado eran sólo los sábados por la tarde y las impartía el maestro Jesús Mata.

En el taller de Pilar se utilizaron diferentes técnicas del grabado calcográfico, así como las nuevas tendencias: transferencias de imágenes, fotograbado, transgrafía, gráfica digital, etcétera, aunque prefiere las tradicionales: aguafuerte, aguatinta y punta seca.

Por este taller han pasado numerosos artistas, quienes además de compartir sus experiencias han hecho relevantes aportaciones para el desarrollo del grabado. Baste mencionar a algunos de ellos para darse cuenta de la importancia adquirida por el taller, que desde 1996 funciona en la ciudad de México: Gunther Gerzso, Juan Soriano, José Luis Cuevas, Joy Laville, Vicente Ro)o, Fernando González Cortázar, Roger von Gunten, Leonora Carrington, Gilberto Aceves Navarro, Alberto Gironella, Rodolfo Morales, los hermanos Francisco, Miguel y Alberto Castro Leñero, Irma Palacios, Roberto Turribull, Boris Viskin, Kiyoto Ota, Manuel Felguérez, Ricardo Regazzoni, Jorge Yáspik, Alejandro Colunga, Martha Pacheco, José Fors, Luis Valsoto, Germán Venegas, Carla Rippey, Nahum B. Zenil, Magali Lara y Jorge Martínez.



Taller Ditoria
Roberto Rébora


Ediciones Guacha Bato
El taller de grabado Guacha Bato inició sus actividades en 1987, aunque su antecedente inmediato es el Centro Cultural "La Puerta7, que empezó a hace algunas ediciones aun sin tener un taller propio. Para ello los integrantes de Guacha Bato -que aún no se llamaba así- acudían al taller de Cornelio García, el cual les maquilaba, y ellos financiaban y comercializaban lo que producían. Sergio Ruiz, director y coordinador general, recuerda que en un principio no tenían la intención de montar un taller, sino solamente de hacer el trabajo de editores, pero se vieron en la necesidad de instalarlo para tener la libertad de hacer sus producciones de gráfica en el momento en que lo necesitaran.
La importancia del taller, según Sergio Ruiz, se debe sobre todo a los artistas que en él trabajan, como Javier Arévalo, Maximino Javier, Mario Martín del Campo, Alejandro Colunga, José Esteban Martínez, Ismael Vargas Leonel Maciel y Judith Gutiérrez, entre otros. Guacha Bato se ha distinguido por realizar gráfica en formatos un poco más grandes que los que trabajan otros talleres y en el uso del color. Estos formatos implican ciertas dificultades, como encontrar las placas y el papel del tamaño (110 por 160 cm), los recipientes para atacar con ácido y sobre todo el manejo técnico. Aunque no han hecho muchos grabados de esas dimensiones, la infraestructura ya la tienen y está disponible para realizar en CUalquier momento algún proyecto que sea de su interés.

Guacha Bato es uno de los pocos talleres que no está manejado por artistas, sino por promotores de arte.


La Ruleta
Herculano Álvarez estudió el bachillerato en el Centro de Educación Artística "José Clemente Orozco" (Cedart), donde fue condiscípulo de José Gutiérrez (Pepe) y Fernando Sandoval Gutiérrez. Los tres fueron alumnos de los artistas Miguel Ángel López, Luis Valsoto y Cornelio García, en el área de artes plásticas. Cornelio García impartía la clase de grabado, y sus enseñanzas fueron básicas para el futuro laboral de sus discípulos. Fernando Sandoval emigró a Oaxaca en 1987, donde instaló un taller de grabado en el que ha impreso obra de Francisco Toledo, James Brown y Francesco Clemente, entre otros. Herculano y Pepe, por su parte, luego de trabajar en algunos talleres, instalaron La Ruleta, en el que hicieron la mayor parte de la obra gráfica de José Fors.
La Ruleta tuvo su primer domicilio en el barrio de Santa Teresita, en 1990. Comenzaron a trabajar con José Fors, luego con Antonio Ramírez y Davis Birks, entre otros artistas. La Ruleta se caracterizó por hacer solamente maquila, y eventualmente algunas coediciones. Funcionó hasta octubre de 2001, cuando Herculano y Pepe decidieron deshacer la sociedad y terminar con el taller.

Taller de Gráfica Contemporánea de Alejandro Camacho
Alejandro Camacho se formó como impresor en el Taller de la Gráfica de Pilar Bordes. Entre 1982 y 1986 cursó la carrera de pintura en la Escuela de Artes Plásticas de la Universidad de Guadalajara. Su ingreso al taller de Pilar Bordes ocurrió cuando ésta fue a la Escuela de Artes Plásticas a buscar un par de muchachos dispuestos a trabajar como impresores. Al ejandro y otro compañero se apuntaron y empezaron a trabajar de manera formal con un grabado de Roberto Turribull. Por ese tiempo (1985) el taller de Pilar sólo contaba con una prensa pequeña. Tiempo después, Pilar se asoció con Antonio Urrutia –quien era muy buen vendedor de gráfica- y lograron adquirir una prensa más grande; lue go acondicionaron el taller para recibir a artistas como Juan Soriano, Roger von Gunten y José Luis Cuevas, entre otros.
Cuando Pilar Bordes emigró a la ciudad de México, Alejandro, ya sin trabajo, tardó un año en hacerse de herramienta y de un tórculo pequeño. En 1996 instaló su taller en el poblado de Manuel López Cotilla, al sur de la ciudad, y a la primera que invitó a trabajar fue a Carmen Alarcón, quien lo recomendó con otros artistas. En el transcurso de cuatro años adquirió tres prensas grandes, con las que ha hecho ediciones de diferentes autores. El nombre del taller -Gráfica Contemporánea de Alejandro Camacho- obedece a que busca darle su crédito al lugar donde se imprimen los grabados, que, en su opinión, generalmente queda relegado.

Con cinco años ininterrumpidos de trabajo, la peculiaridad del taller de Alejandro Camacho es permitir que el artista sea él mismo, es decir, que su trabajo y estilo se reflejen tal cual. Para ello él sugiere las técnicas apropiadas para que el grabado resulte como lo quiera el artista, con todos los colores y detalles de su original, que frecuentemente es una pintura. Maneja todas las técnicas comunes a los talleres, así como algunas más novedosas, como el litopapel y el collage, y la combinación de varias técnicas.


La Torre de los Grillos

Uno de los talleres de gráfica más recientes en Guadalajara es La Torre de los Grillos, formado en principio por nueve artistas (Juan Carlos Macías, Sergio Garval, Cornelio García, Lula, Luis Valsoto, Carmen Bordes, Humberto Baca, Fernando Sandoval y María Frederic Dupré), a los que se han ido agregando otros, como Héctor Navarro. Es un espacio de trabajo en el que cada artista tiene la posibilidad de experimentar sin presión alguna, sin dar clases ni hacer maquilas.

El proyecto del taller se concretó cuando a principios de enero de 2001 los que lo integran se reunieron a charlar, como lo habían venido haciendo tiempo atrás, sin más pretensión que la de intercambiar ideas. Todos coincidieron en que, además de un lugar para platicar, necesitaban un espacio para trabajar obra propia. Sergio Garval, Juan Carlos Macías y Luis Valsoto ofrecieron sus prensas; los demás colaboraron con mesas y otro tipo de mobiliario y herramientas. Y así, en un piso que rentaron en céntrico edificio, un mes después comenzaron a trabajar en los primeros grabados. Los integrantes de La Torre de los Grillos han decidido hacer tirajes pequeños de cada grabado -no más de 30 copias-, con el fin de darle a cada pieza un valor más acorde con la cocina que implica producirla. Y contrataron a un impresor, quien se encarga de hacer los tirajes completos, bajo la supervisión de cada artista.
Luis Valsoto,
info@latorredelosgrillos.com
3100 5353

Talleres de Gráfica Juan Ramírez
Juan Ramírez
info@l.com
31a4444443

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